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sin resiliencia, el desarrollo en América Latina y el Caribe está en peligro – El Nuevo Diario (República Dominicana)

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advirtió este miércoles que considerar el desarrollo humano sin resiliencia ya no es viable, dado el aumento de los desastres climáticos, económicos y sociales que ocurren en América Latina y el Caribe.

Así lo destaca el nuevo Informe Regional de Desarrollo Humano 2025, que revela cómo las vulnerabilidades estructurales y los crecientes riesgos amenazan los avances alcanzados y demandan un nuevo enfoque centrado en la resiliencia humana.

«América Latina y el Caribe han demostrado una y otra vez su capacidad de resistir frente a la adversidad. La presión que enfrentamos —ya sea climática, económica o social— puede convertirse en el punto de partida para un nuevo modelo de desarrollo centrado en la resiliencia humana», aseguró Michelle Muschett, directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe.

«Invertir hoy en resiliencia es proteger los logros del desarrollo y garantizar dignidad y seguridad para todas las personas, especialmente entre las más vulnerables. No basta con resistir. Hay que transformar para prosperar», agregó.

De acuerdo con los principales hallazgos del informe la región es particularmente vulnerable a sufrir retrocesos en desarrollo humano dado que gran parte de la población no cuenta con recursos y mecanismos suficientes para afrontar incluso crisis moderadas. Esto evidencia profundas debilidades estructurales en la región que amenazan el progreso a largo plazo, sobre todo en un contexto de creciente incertidumbre y crisis interconectadas.

El informe identifica tres dinámicas que se combinan para poner presión adicional al desarrollo humano en la región:

  • Un cambio tecnológico acelerado que está transformando los mercados laborales y la gobernanza, pero que se está expandiendo de manera desigual profundizando desigualdades existentes.
  • Una creciente fragmentación social manifestada en el aumento de la desconfianza entre las personas y en las instituciones, lo cual dificulta alcanzar acuerdos y resolver desafíos compartidos.
  • La intensificación de desastres climáticos, habiéndose más que duplicado el número de eventos meteorológicos extremos y agravado amenazas compuestas como incendios y sequías. Esto amenaza la vida y los medios de vida, profundizando las desigualdades económicas y sociales preexistentes.

De acuerdo al PNUD estos factores interconectados amplifican las vulnerabilidades y generan riesgos interrelacionados que agravan los desafíos del desarrollo.

«Es por esto que cuando hablemos de desarrollo, es necesario que hablemos de resiliencia», sostuvo la entidad mediante un comunicado de prensa.

El PNUD en ALC propuso un nuevo marco de Desarrollo Humano Resiliente, una visión que equipa a las personas, especialmente a las más vulnerables, con las herramientas, sistemas y apoyos necesarios para absorber los golpes, proteger el progreso alcanzado y recuperarse rápidamente. Este marco se sostiene en tres pilares fundamentales:

  • Instrumentos para navegar la incertidumbre, incluyendo protección social adaptativa y gestión de riesgos;
  • Instituciones que abracen la complejidad, la coordinación y la flexibilidad;
  • Infraestructura que cierre brechas, garantizando acceso inclusivo a servicios digitales y sistemas resilientes al clima.

La entidad, alegó que más allá de ofrecer un marco conceptual sólido y riguroso, el Informe está diseñado como un recurso práctico para apoyar a América Latina y el Caribe, a su gente y a quienes toman decisiones, a navegar tiempos de incertidumbre, no solo para sobrevivir a futuras crisis, sino para prosperar a pesar de ellas.


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