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La Unesco denuncia el estancamiento del gran potencial de la industria editorial en África – El Nuevo Diario (República Dominicana)
Fachada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Foto/fuente externa
El nuevo diario, NAIROBI. – La industria editorial africana tiene un potencial de crecimiento que puede escalar hasta los 18.500 millones de dólares anuales, aunque los desafíos estructurales y la falta de políticas de protección estancan al sector, según un informe publicado este miércoles por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En 2023, África representó el 5,4 % del mercado editorial mundial, valorado en 129.000 millones de dólares, con ingresos estimados en 7.000 millones de dólares, indica el informe, titulado: «La industria africana del libro: tendencias, desafíos y oportunidades para el crecimiento».
El 70 % del mercado africano se concentra en el ámbito educativo, impulsado por una población estudiantil de unos 329 millones de personas, según el estudio del sector editorial en 54 países de África elaborado por la agencia de la ONU,
Ese sector precisa que puede alcanzar los 13.000 millones de dólares por sí solo. Países como Nigeria, Sudáfrica, Kenia, Ghana y Camerún lideran con sólidas industrias nacionales que atienden a mercados internos y regionales.
Uno de los problemas radica en el déficit comercial, ya que en 2023 el continente importó libros por valor de 597 millones de dólares y exportó apenas 81 millones de dólares, pues el mercado depende de editoriales extranjeras de países como Francia y Reino Unido.
«África depende en gran medida de la importación de libros, lo que debilita los ecosistemas editoriales locales y reduce las oportunidades de empleo», afirmó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
Para la Unesco, esa realidad repercute en las más de 2.000 lenguas locales, que quedan eclipsadas en catálogos dominados por el inglés, el francés y el portugués.
Otro problema que frena el potencial de esta industria en África es la falta de regulación del sector.
El informe revela que sólo Argelia, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil y Mauritania promulgaron leyes específicas para regular la industria más allá del depósito legal y los derechos de autor.
Con solo 13.000 librerías físicas en total (una cada 116.000 personas) y apenas 8.000 bibliotecas públicas en toda África, el acceso a los libros es limitado.
Una situación que se exacerba ante la falta de políticas de promoción de la lectura y una alfabetización adulta del 68,2 % en promedio en la región subsahariana.
Menos de la mitad de las naciones africanas (46 %) posee agencias de ISBN (Sistema internacional de numeración de libros para su fácil y correcta identificación, por sus siglas en inglés), por lo cual el comercio se entorpece y se encarecen la distribución y trazabilidad de las obras.
Sin embargo, editoriales digitales en Senegal y Ghana están ganando terreno mediante libros electrónicos y audiolibros, así como plataformas de catálogos digitalizados.
Asimismo, ferias de libros en Egipto o festivales de lectura en Nigeria aumentan la visibilidad internacional de la literatura africana.
Por otra parte, se ha registrado un incremento creciente en la participación de mujeres escritoras y editoras en países como Botsuana, Sudáfrica y Burundi.
Hasta 2023, el continente albergaba unas 6.400 editoriales activas que producían 86.000 títulos al año, 270 ferias y festivales, y unas 200 asociaciones profesionales que fortalecen la industria mediante campañas de profesionalización y defensa de derechos de autor.
«Mediante la estructuración de la cadena de valor del libro, la reducción de la dependencia de editoriales extranjeras y la promoción de contenidos locales, la industria editorial africana podría consolidarse como un sector vital para el desarrollo económico, la creación de empleo y el empoderamiento cultural», concluyó la Unesco.
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