EL NUEVO DIARIO, PARÍS.- La Justicia francesa confirmó este sábado la pena de cadena perpetua para Mohamed Lamine Aberouz como cómplice de un ataque islamista en el que se asesinó a una pareja de policías franceses en su domicilio en 2016, en la localidad de Magnanville (al noroeste de París).

El condenado había recurrido la sentencia de cadena perpetua en primera instancia, que había sido emitida en octubre de 2023.

Pero un tribunal penal especial de París le encontró igualmente culpable de todos los cargos de los que se lo acusaba, según informó este sábado el medio estatal Ici, y la pena quedó confirmada, si bien es aún es apelable ante el Tribunal de casación.

Los delitos que pesaban contra este francomarroquí de 31 años eran los de complicidad en el asesinato de una persona con autoridad pública, complicidad en el secuestro de un menor de 15 años y asociación ilícita con fines terroristas.

Aberouz, quien afirmó su inocencia de forma reiterada antes y durante estos procesos, podrá ser elegible para la libertad condicional al cabo de 22 años.

El atentado de 2016 causó conmoción en Francia, ya que las dos víctimas eran pareja -él comandante de policía y ella agente administrativo en la misma comisaría- y el atentado ocurrió en la casa familiar, en la que estaba también el hijo de ambos, de tres años de edad, que resultó ileso.

El autor de las muertes, Larossi Abballa, era un francés de origen marroquí que se proclamaba seguidor del Dáesh y tenía antecedentes judiciales por yihadismo.

Mató a cuchilladas al comandante de policía en el jardín de la casa de Magnanville (a unos 50 kilómetros al noroeste de París) y luego degolló a la mujer en el interior.

Después, se atrincheró en la casa hasta que fue abatido a tiros durante un asalto de policías de élite.

Aberouz afirma que no participó en el atentado y que se encontraba en la mezquita, pero no tiene testigos y su ADN fue encontrado en el ordenador del domicilio de los policías.

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